Me gustaría comenzar este año planteándonos en cuantas ocasiones quizás podemos estar cediendo inconscientemente nuestro poder y el mando de nuestro vida a lo externo (personas, situaciones, experiencias, etc...).
Es mucho más fácil dejarse llevar y "tirar balones fuera", para así no tener que aceptar y asumir que todo lo que nos ocurre es nuestra responsabilidad.
La buena noticia es que si tal y como solemos pensar el poder estuviera en el otro, ya no tendríamos ninguna forma de hacer nada al respecto. Sin embargo aceptando que el poder si esta en ti, siempre estas a tiempo de decidir de nuevo como interpretar, percibir y sentir lo que te sucede.
A continuación os comparto un esclarecedor texto del psiquiatra Victor Frankl quien es padre de la Logoterapia y autor de varios libros entre los que destacaría "El hombre en busca de sentido" que os recomiendo encarecidamente.
Sinceramente considero que todo el mundo debería leer ese libro ya que te hace cambiar tu percepción al ver como aún en las más duras experiencias, tu puedes decidir.
Él estuvo prisionero en varios campos de concentración nazis y como podréis deducir allí vivió las más extremas situaciones que el ser humano pueda llegar a imaginar.
Tras vivir esas experiencias descubrió que lo que realmente nos hace sufrir es la interpretación que elijamos hacer de todo lo que vivimos.
Tu decides.
"NO ERES TÚ, SOY YO.
No eres Tú, soy Yo...
¿Quién te hace sufrir?
¿Quién te rompe el corazón?
¿Quién te lastima?
¿Quién te roba la felicidad o te quita la tranquilidad?
¿Quién controla tu vida?... ¿Tus padres? ¿Tu pareja? ¿Un antiguo amor? ¿Tu suegra? ¿Tu jefe?...
Podrías armar toda una lista de sospechosos o culpables. Probablemente sea lo más fácil.
De hecho, sólo es cuestión de pensar un poco e ir nombrando a todas aquellas personas que no te han dado lo que te mereces, te han tratado mal o simplemente se han ido de tu vida, dejándote un profundo dolor que hasta el día de hoy no entiendes. Pero ¿sabes? No necesitas buscar nombres.
La respuesta es más sencilla de lo que parece, y es que nadie te hace sufrir, te rompe el corazón, te daña o te quita la paz.
Nadie tiene la capacidad al menos que tú le permitas, le abras la puerta y le entregues el control de tu vida.
Llegar a pensar con ese nivel de conciencia puede ser un gran reto, pero no es tan complicado como parece. Se vuelve mucho más sencillo cuando comprendemos que lo que está en juego es nuestra propia felicidad. Y definitivamente el peor lugar para colocarla es en la mente del otro, en sus pensamientos, comentarios o decisiones.
Cada día estoy más convencido de que el hombre sufre no por lo que le pasa, sino por lo que interpreta...
No se sufre por la acción de la otra persona, sino por lo que sentimos, pensamos e interpretamos de lo que hizo, por consecuencia directa de haberle dado el control a alguien ajeno a nosotros.
Si lo quisieras ver de forma más gráfica, es como si nos estuviéramos haciendo vudú voluntariamente, clavándonos las agujas cada vez que un tercero hace o deja de hacer algo que nos incomoda.
No podemos pasarnos la vida cediendo el poder a alguien más, porque terminamos dependiendo de elecciones de otros, convertidos en marionetas de sus pensamientos y acciones.
Definitivamente nadie puede decidir por nosotros.
Nadie puede obligarnos a sentir o a hacer algo que no queremos, tenemos que vivir en libertad.
No podemos estar donde no nos necesiten ni donde no quieran nuestra compañía.
No podemos entregar el control de nuestra existencia, para que otros escriban nuestra historia.
Tal vez tampoco podamos controlar lo que pasa, pero sí decidir cómo reaccionar e interpretar aquello que nos sucede.
La siguiente vez que pienses que alguien te lastima, te hace sufrir o controla tu vida, recuerda:
No es él, no es ella...ERES TÚ quien lo permite y está en tus manos volver a recuperar el control. "AL HOMBRE SE LE PUEDE ARREBATAR TODO, SALVO UNA COSA: LA ELECCIÓN DE LA ACTITUD PERSONAL QUE DEBE ADOPTAR FRENTE AL DESTINO PARA DECIDIR SU PROPIO CAMINO".
Autor: Victor Frankl
Así de maravillosa es la Vida!!